Suena el despertador, ¡por fin ha llegado mi primer
día de clase en la universidad! Me levanto muy nerviosa, y en el trayecto de
ida mi mente no para de bombardearme con millones de preguntas: ¿cómo será la
facultad?, ¿quiénes serán mis compañeros?, ¿me gustará la carrera de
magisterio?, ¿cómo serán mis profesores?, ¿y las asignaturas? Tenía mis
expectativas ya formadas sobre este primer día, y una de ellas era que no iba a
haber clase. Sin embargo, todo ha dado un giro cuando al final de la
presentación los profesores nos han mandado al aula para dar nuestra primera
clase del día.
La mañana discurría y acabamos en la clase de
Psicología del Desarrollo, una asignatura de la que no sabía qué esperar. La
profesora, Gloria, comenzó planteándonos el concepto de desarrollo,
y nos pidió que hiciésemos un dibujo que reflejase lo que entendemos nosotros
por esta palabra, ¿qué es eso?, ¿será algo tan simple que nunca nos hemos
planteado lo que significa de verdad? Reflexionando sobre este concepto, creo
que el desarrollo viene propiciado por una serie de cambios que te hacen
madurar convirtiéndote en la persona que eres, y después cada uno construye su
desarrollo a partir de sus experiencias.
Las sesiones de psicología van pasando, y voy
confeccionando una idea más clara de desarrollo gracias a nuevos contenidos
sobre los que Gloria nos hace meditar, por ejemplo: ¿qué es el feedforward?, ¿y el feedback? Por lo que hemos ido viendo en clase, cuando hablamos de
feedforward nos referimos a las expectativas que tenemos sobre algo y que proceden de experiencias previas. Por otro lado, el feedback surge de la interacción entre nuestras expectativas y la realidad; éste puede ser positivo, si la realidad se corresponde con lo esperado, y negativo si la realidad contradice mis expectativas.
Las clases van haciéndose cada vez más interesantes y
vamos adquiriendo nuevos conocimientos basándonos en dibujos, ejemplos
prácticos, experimentaciones individuales fuera del aula… Uno de los ejercicios
que más me ha llamado la atención es la línea-línea;
es un nombre que le he dado yo, pero representa muy bien de qué se trata.
Gloria dibujó una línea en la pizarra y nos preguntó las expectativas que
creaba para cada uno. Conforme iba trazando más líneas que se iban uniendo a la
primera, nuestra perspectiva cambiaba y nos podíamos hacer una idea más clara
de lo que estaba dibujando (un armario).
La clave de este ejercicio estaba en que cada línea
era un cambio, algo que iba directamente relacionado con la epigénesis (lo que yo haga, condiciona
lo siguiente) y con las nociones de tránsito (línea o camino), transferencia (cambios
cuantitativos que se producen en ese tránsito) y transformación (cambios
cualitativos que tienen un gran significado). A partir de esto, Gloria nos
sugirió que individualmente construyésemos una línea imaginaria de toda nuestra
vida, identificando en ella las transferencias y las transformaciones.
El concepto de cambio creó bastante debate en clase,
¿todo cambio es desarrollo?, ¿todo desarrollo es cambio?, ¿son iguales todos
los cambios? Aprendí que no, y que no todo el mundo se desarrolla de la misma
manera, lo que conecta con la teoría del curso vital, y por ende con las
influencias de carácter sociológico que hacen que este desarrollo varíe en
todas las personas.
Finalmente, comprendí la conexión de todas las ideas
generales que Gloria nos iba transmitiendo sobre el desarrollo, cuando vimos el
llamado Principio Ortogenético de Werner. Esta teoría afirma que el desarrollo
cognitivo humano se dirige desde estructuras relativamente simples, al comienzo
de la vida, hasta niveles crecientemente complejos.
Como reflexión final, nos planteamos esta pregunta y os la planteamos también a vosotros: ¿Esta asignatura y esta carrera supondrán una transformación en
nuestras vidas? Creemos que ya lo están siendo.
Gracias.
Beatriz Ferrer
Cristina Díaz
Yolanda Cortés
Isabel Guerrero
Irene Guerra
Carla
Que buen post!
ResponderEliminarEs bastante diferente a lo que ya había
Hola a todas,
ResponderEliminarY muchas gracias por vuestra aportación. Estoy con Yolanda en que este post es diferente (¿podríamos decir que cualitativamente diferente? ;) ) a los que se habían publicado hasta ahora, sobre todo al comienzo. Una estructura ´novelada´ puede ser muy interesante para revisar el propio desarrollo (en relación a esto, subí una lectura en el módulo 1 titulada “Somos lo que contamos”, por si os interesa).
Planteáis conexiones muy interesantes entre las distintas cuestiones trabajadas en estas primeras sesiones. Enhorabuena.
Una aclaración: las expectativas que tenemos sobre algo (y que proceden de experiencias previas) son lo que llamamos ´feedforward´, mientras que el feedback emerge de la interacción entre nuestras expectativas y la realidad (por simplificar: ¿lo que yo esperaba ha ocurrido? Si es que sí el feedback será positivo, si la realidad contradice mis expectativas el feedback será negativo).
Una cosa que me ha llamado la atención, probablemente porque estoy sensibilizada con el tema: usáis los verbos ´adquirir´ y ´transmitir´ cuando habláis de conocimientos o ideas. Como divertimento, ¿qué concepciones implícitas creéis que están detrás de estas palabras? (recordaréis que intentamos aproximarnos a nuestras concepciones implícitas sobre qué era desarrollo a partir de los dibujos que hicisteis). ¿Qué idea de qué es enseñar y qué es aprender podría relacionarse con ellas? Mmm, quizá es pronto para esto. Creo que trabajaréis sobre ello en Psicología de la Educación, pero podéis ir pensando… ;)
Gracias por la pregunta final, muy pertinente. Ojalá los demás os vayáis animando a participar aportando vuestra perspectiva.
Un saludo.
Gloria.