Hola a todos
Siempre que se acerca Diciembre y Navidad recuerdo un post que escribí sobre lo que hablamos en clase acerca de los Reyes Magos y la relación que tiene con el desarrollo descubrir que los padres son los reyes. Siempre me ha cautivado ese suceso vital, ese momento. Imagino que ha contribuido a ello vivirlo con mis cuatro sobrinos. A falta de hijos, de momento sólo he podido compartir esta experiencia de manera más cercana con mis sobrinos, los hijos de mis dos hermanos. Y la verdad es que disfruto mucho viendo cómo lo viven y sobre todo cómo han cambiado progresivamente en su manera de vivirlo.
Hace seis años, escribí este post. Os invito a leerlo y a ver qué os parece. Si queréis podéis compartir aquí vuestras experiencias al respecto. Lo que hago en él es analizar el descubrimiento de que los reyes magos son los padres en contraste con ese tipo de experiencia que también se vive en otras culturas, desde una perspectiva de análisis ritual, que es una de mis especialidades.
Aparte y como extensión complementaria os invito a leer el siguiente post, escrito por uno de los psicólogos actuales que más admiro, al menos uno de los que más he aprendido: John McWhirter. Plantea la siguiente situación:
"Hace seis años, justo antes de Navidades, un colega me dijo que su hija de 8 años se sentía muy mal porque su profesora desveló a toda la clase de niños de 8 años que no existía Papá Noel. La profesora dijo que, por supuesto, sí existían los Reyes Magos según se describía en la biblia pero que no había referencia a Papá Noel, por lo que no existía. Dijo que ahora ellos tenían 8 años y debían conocer la verdad.
Aunque esto era técnicamente correcto para un profesor de un colegio católico en relación a la biblia, yo discrepaba en cuanto a la “verdad”, y mucho más en cuanto a la intervención. A pesar de no poder ayudar a toda la clase, estaba seguro de ¡poder ayudar a un individuo!
Le pedí a mi colega que me trajera a su hija al trabajo para hablar “informalmente” con ella. "
Si queréis leer qué tipo de intervención realiza, clicad el siguiente enlace y a ver igualmente qué os sugiere.
Un saludo
Alejandro
Sobre el primer enlace donde cuentas la anécdota de tu sobrina me resultó graciosa sobre todo por tu reacción al haberte descubierto.
ResponderEliminarQue los niños descubran que en realidad los reyes magos o Papa Noel sean los padres es una experiencia que marca a los niños en el proceso del desarrollo, personalmente a mí no me influyó mucho porque papá y mamá me llevaban a comprar junto con mi hermana nuestros propios regalos y los envolvían delante nuestra y aunque ellos crean que no nos acordamos porque éramos muy pequeñas personalmente yo me acuerdo y tenía algo de cierta complicidad con mi hermana pero aún así no perdía la ilusión de los regalos, pero si he tenido otras experiencias que han sido desencantadas y que por supuesto influyen en el proceso de desarrollo. Me ha encantado la historia del segundo enlace sobre todo por los valores que trae, tanto el de ayudar a los demás siendo una `piña entre todos y sobre todo por el hombre que hace que la niña se dé cuenta de la realidad de una buena manera y recupere su ilusión y en un ámbito de psicología me hace ver que los profesores tenemos o tienen que darse cuenta de cómo se plantean las cuestiones en clase y también deben concienciarse y sensibilizarse porque los niños no están en un mismo estadío que los mayores y tienen muchas ilusiones que los adultos al no tener tacto de un golpe se pueden quitar.
Personalmente he tardado en responder porque me han gustado mucho estas historias, pero sobre todo me ha gustado la sensación que dejan, y quería tomarme mi tiempo para pensar en ello y contestar.
ResponderEliminarEn primer lugar me gusta la idea de que por Papa Noel no ha muerto nadie, esto es algo que no había pensado nunca.
Y en segundo lugar me ha encantado como interviene con la niña, la solución increíblemente bonita que la da. Estoy de acuerdo con que este momento es un paso especial y clave en la infancia, que empiezas a pensar más adultamente, pero esa pequeña charla aclaratoria como ayuda... casi debería ser obligada, como hacen los Hopi con sus niños...
Yo me la apunto, se pueden hacer muchas cosas y trabajar con ella.
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ResponderEliminarEn cuanto al texto que he leído sobre John, me resulta muy importante la manera en la que la profesora es capaz de tratar a los niños como adultos, cuando creo que cada uno tiene su propio ritmo de evolución; la siguiente situación que me hizo reflexionar fue la manera en la que John nunca niega a la niña que Papa Noel no existe, sino que la invita a que reflexione sobre formar parte de el. En el momento en que la niña acepta la idea y se involucra disfrazándose, es el momento en el que cambia de estadio, ya que no creo que lo importante sea aceptarlo sino mostrar que lo entiendes, y ella lo ejemplifica muy bien, lo que implica que al haber entendido la situación se siente bien con ella misma. Creo que podemos relacionarlo con el video del martes, siendo igualmente un ejemplo de acomodación y el punto de "inflexión creo que se encuentra en el momento del disfraz.
ResponderEliminarYo encontré los regalos yo sola, porque desde pequeñita me ponía a hurgar por los armarios y haber los muñecos o las bolsas de juguetes en el coche, no podía dejar de investigar. Pero aun sabiendo que los reyes o papa Noel, son los reyes, todavía sigo tiendo ese gusanillo en la tripa, y creo que a muy pocos niños se les pierde esa ilusión cuando son mayores.
Me han gustado mucho estas historias. Hace tiempo que yo misma reflexione sobre esto y escribí un texto que se llama " la perdida de la inocencia". Yo también sentí como dices al final de tu blog que algo había cambiado, tras descubrir que los reyes eran los padres fue la primera vez que tuve esa sensación de "desencanto", y creo que madurar e ir haciéndose mayor es precisamente eso, si, una serie desilusiones que primero duelen, pero a las que poco a poco te vas adaptando.
ResponderEliminarRecuerdo que poco a poco yo me di cuenta de que algo no encajaba, pequeñas intuiciones, y tenía creo ocho años el día que estando en la ducha, justo cuando mi mama me trajo la toalla, que le pregunte: mamá los Reyes Magos y Papá Noel no existen ¿verdad? - recuerdo que le pedí que fuera sincera y ella me miró con cariño y después de que me secase y pusiese el pijama, nos sentamos y me explico algo similar a lo que le explica el psicólogo a la hija de su amiga, recuerdo que al principio me sentí desilusiona, porque creer en la magia es genial y a medida que creces es difícil creer, pero poco a poco me empecé a sentir ilusionada también por hacer regalos a mi familia, y sigo sintiendo ese gusanillo en la tripa como dice Irene.
Así que creo que aunque la vida es difícil, si nos explican las cosas bien desde pequeños, de mayores también sabremos ver distintas perspectivas y adaptarnos a las situaciones.
Me ha parecido muy curiosa y llamativa también la reflexión sobre la capacidad que tiene una creencia para unir a las personas y que Papa Noel no ha matado a nadie.
No sé, muy interesante....te deja pensativo.
Ahora que tengo más tiempo y debido a la fecha a la que estamos me gustaría compartir mi experiencia sobre el descubrimiento de que los Reyes y Papa Noel no existen.
ResponderEliminarCuando he comenzado a leer tu experiencia disfrazándote de Papa Noel me ha venido a la cabeza algo que en mi familia se ha realizado durante muchos años. El día de reyes yo me reunía y me sigo reuniendo con toda la familia para cenar y abrir esa misma noche los regalos que los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar nos traían.Cuando estábamos cenando todos en el salón, cada noche de reyes, uno de los reyes magos tocaba la puerta de la casa de mi abuela y todos en el salón dejábamos lo que estuviésemos haciendo para ir corriendo a ver lo que los Reyes Magos nos traían. Lo más divertido de todo es que nos juntábamos todos alrededor de una ventana y fuera en la calle se encontraba el rey mago. ¡El rey Mago cada año nos iba nombrando de uno en uno y nos hacía preguntas y nos contaba cosas sobre nuestras vidas que casi nadie sabía! Para mi era algo increíble, al igual que lo era el correr la cortina y ver todo lleno de regalos con nuestros nombres. Como he dicho anteriormente esto siempre me sorprendía y me ilusionaba muchísimo año tras año, hasta que llego el maldito año en el que me enteré de que los reyes magos y papa noel no existían.. Yo no le encontraba sentido ni entendía el porque mis padres y familia no me lo habían dicho hasta ahora y por que lo hacían. Ante esto que os he contado anteriormente, me vi obligada a preguntar a mi madre y padre que quien era esa persona que cada año se encontraba detrás de la ventana y me hablaba sobre mi vida y me dejaba regalos. Su contestación fue: Tu tío Julián. Yo no me lo podía creer.. ¿ cómo no me había dado cuenta? Es ahora cuando me doy cuenta de que esa ilusión y magia que tenía ese día hacía que no buscase explicación a lo que sucedía ni que me fijase en detalles como que mi tío no se encontraba en la habitación y que la voz del rey mago era la suya. Al año siguiente, cuando ya sabía que era mi tío, todo cambió, me fijaba que se iba del salón, que salía de la casa, que era su voz, sus bromas.. etc. Mi hermano y primos menores que aun no lo sabían, seguían teniendo esa ilusión y alegria digna de ver. Gracias a esta anécdota de mi vida, me he dado cuenta de lo inocentes que podemos llegar a ser cuando somos niños y de la importancia de nuestra ilusión antes estas fechas. Yo y mi familia ya no lo hacemos ya que todos mis primos lo saben, pero espero que pronto, lo podamos volver a repetir y si no es así, os invito a que los que podáis que lo hagáis ya que es algo increíble y muy bonito.
¡FELIZ NAVIDAD A TODOS!