viernes, 21 de noviembre de 2014

MODELOS DE APEGO

 El tema principal de este Módulo II de la asignatura hasta ahora ha sido los diferentes tipos de apego.


Para entender este concepto comenzamos el módulo contestando a cuatro preguntas fundamentales en las que nuestras respuestas mostraron con claridad nuestra principal figura de apego actual. Ésta, en algunos casos era una persona perteneciente a la familia y en otros se trataba de la pareja sentimental.
Para comprender las razones que por las cuales escogíamos nuestra figura de apego realizamos una lluvia de ideas en las que destacamos la importancia de dicha figura para nuestra persona, su disponibilidad, la ligazón con nosotros y el tipo de relación personal que manteníamos con ella.

Estas características enlazan directamente con el tipo de apego según el cuidador. Es decir, formamos nuestras figuras de apego según éstas se relacionan con nosotros. Así, desde la infancia conformamos nuestro modelo interno de apego según se hayan comportado nuestros principales cuidadores.

Este modelo no es estático sino que irá evolucionando a lo largo de toda la vida. Estamos de acuerdo, pues, que allá donde se produzcan cambios de estadio cognitivo (infancia-niñez, niñez-adolescencia, adolescencia-adultez) seremos más propensos a variar nuestro modelo de apego. Un ejemplo de ello puede ser la influencia que tiene en nuestro modelo de apego nuestras primeras relaciones sentimentales en la adolescencia.

Por otro lado, consideramos que no tiene porqué ser malo el que una persona tenga un modelo de apego inseguro, ya sea evitativo, ambivalente o desorganizado; siempre y cuando esta persona sea consciente de su propio modelo. Un ejemplo de ello nos lo mostraba el texto que leímos en clase sobre aquél señor que acudía al psicólogo y que tras descubrir cuál era su modelo de apego se encontraba más tranquilo y conforme con su propia identidad. Otro ejemplo lo encontramos en el famoso programa “Top Chef” de esta temporada 2014, en la que Carlos muestra un apego inseguro ambivalente, muy probablemente influenciado por su madre. Veamos algunos ejemplos de este caso:


 




Por último, otro ejemplo que se nos ocurrió para mostrar estas correlaciones entre cuidadores y modelos de apego desarrollados es el que se denota en los personajes de “Los Simpsons”, a saber:

  • Lisa Simpson: Su figura de apego más representativa (cuidador) es su madre quien suele ser sensible y estar disponible a las necesidades de Lisa. Siempre le aporta el apoyo y la confianza necesaria para que su hija alcance sus sueños. Por eso este personaje posee un modelo de apego seguro.
  



  • Bart Simpson: Su figura de apego más representativa (cuidador) es su padre quien no siempre se encuentra a su disposición cuando lo necesita o no siempre le aporta las necesidades que reclama. Por eso este personaje posee un modelo de apego inseguro ambivalente.
 

  • Nelson: Su padre abandonó el hogar cuando él era un bebé por lo que  nunca estuvo disponible. Por esta razón este personaje posee un modelo de apego inseguro evitativo.







Como maestros, si sabemos reconocer los modelos de apego de nuestros alumnos así como sus figuras de apego, seremos capaces de adaptarnos mejor a sus necesidades emocionales, así como podremos convertirnos en una figura de apego seguro para ellos. De esta forma conseguiremos que confíen en nosotros y se dejen guiar por nuestras recomendaciones y enseñanzas.







Grupo de trabajo:
Alejandro Calvo
Virginia García
Adrián Descalzo
Iris Tejón
 



1 comentario:

  1. Hola a todos,

    Interesante lo que destacáis de lo dinámico que puede ser el modelo de apego, sobre todo en momentos de cambio: no sólo en transiciones a nivel cognitivo como planteáis, sino también en contextos de otras relaciones que permitan revisar los modelos. Si bien muchos autores han planteado que el modelo de apego es algo en cierta medida estable (de hecho, cuando se habla de estilos se conecta un poco con la idea de que es algo que predomina), y por eso explorar en algo más de detalle el de cada uno puede aportar pistas para la comprensión, es interesante contemplar que, como todo en la naturaleza (incluido el ser humano) es susceptible a reorganizarse partiendo de interacciones.

    En cuanto a los ejemplos propuestos, genial que hayáis intentado conectar las distinciones teóricas que hemos estado viendo con casos contextualizados. Como notaréis, sin esas distinciones en muchas ocasiones no “vemos” elementos que están presentes en la realidad. Eso sí, igual que las distinciones son útiles, volver a la realidad “cruda” para explorar en detalle lo que ocurre es también muy útil. Es algo que comenzaremos a trabajar pronto. A partir de una detallada aproximación a la realidad estaremos mucho mejor situados para comenzar a interpretar esas realidad (para lo que las distinciones serán muy útiles) sin caer en la tentación de adjudicar etiquetas o emitir diagnósticos sin suficiente base experiencial.

    Enhorabuena.

    Gloria.

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