lunes, 24 de noviembre de 2014

¿MAMITIS AGUDA?


En algún período de nuestras vidas, todos hemos sentido esa imperiosa necesidad de tener a nuestra madre siempre cerca y depender de ella para todo; tan cerca que nos resulta prácticamente imposible la idea de tomar decisiones, evaluar situaciones personales o enfrentarnos a la realidad sin su “consentimiento” o sin sus valiosos consejos. 

¿Por qué desarrollamos esa dependencia emocional hacia nuestra madre u otras personas? ¿Por qué, a veces, nos cuesta confiar y relacionarnos con algunas personas? ¿Por qué, ante la misma experiencia, ciertas personas tiran hacia delante saliendo fortalecidas y otras no? Estas y otras muchas cuestiones son las que nos planteamos cuando empezamos el módulo II de la asignatura.

Todo comenzó con unas preguntas previas en las que casi todos coincidimos en la respuesta: ¿Con quién irías al médico? ¿Con quién compartirías un crucero? ¿A quién llamarías tras una discusión? ¿A quién le contarías algo muy bueno que te ha sucedido? La madre era la protagonista principal de todas estas situaciones, seguida de la pareja y los amigos. Esto dependía de muchos factores como la confianza, la disponibilidad, la ligazón o la relación que tuviésemos con esa persona.

A partir de aquí es cuando entra en juego el concepto del que parte este módulo: el Apego (Attachment), entendido como la vinculación afectiva intensa que el niño desarrolla con una o varias personas de su sistema familiar.  Este apego puede desarrollarse en cada persona de diferente manera, según el modelo interno de funcionamiento que tenga del mismo; aquí influyen las creencias, los recuerdos, las expectativas (feedforward), los objetivos, etc.

Todo esto lo pudimos observar con los vídeos de Harry Harlow, en los que se  experimentaba con unos monitos, que sentían mayor atracción hacia una "mamá" de felpa que le daba calor y seguridad, que hacia otra mamá que les proporcionaba alimento, pero tenía una apariencia más fría.

Cuando a estos monitos se les ponía en una situación de terror, todos los que habían tenido relación con la mamá de felpa, experimentaban apego, sintiéndose seguros y a salvo junto a ella. Los otros monos, sin embargo, no habían tenido ninguna "mamá" con la que establecer esta relación, y ante la misma situación de terror, su única reacción era esconderse y temblar. De aquí sacamos la importancia que supone el tener a alguien que nos apoye en situaciones difíciles, o tener alguien en quien confiar.

A partir de ver lo importante que es el apego para cualquier ser vivo, comenzamos analizando este concepto más profundamente. Primero vimos las diferentes etapas por las que pasa el apego, que son: preapego,  formación, definido y múltiple. Una vez que vimos estas diferentes etapas, pasamos a conocer los diferentes tipos de apego: seguro e inseguro

Los dos tipos de apego pudimos entenderlos con mayor claridad cuando vimos un vídeo de unos bebés en los que se manifestaba el comportamiento típico de cada apego. El apego seguro era aquel bebé que estaba jugando con su madre, la madre desaparecía un momento saliendo de la habitación  y éste comenzaba a llorar. Cuando la madre volvía a entrar, éste se calmaba y seguía su juego. El otro tipo de apego,  el inseguro, se desarrolló de la misma forma que la situación del apego seguro. Sin embargo, en este caso, al entrar la madre en la habitación para calmarle, el niño seguía llorando con síntomas de enfado e ira. Esto quiere decir que en el proceso de formación del apego, la figura de apego ha sido insegura en algunas ocasiones y el niño no siente esa seguridad.

Una vez vistos los diferentes tipos de apego, completamos un test que nos indicaba qué tipo de apego (seguro, inseguro, ambivalente…) hemos desarrollado cada uno de nosotros. En clase nos reunimos por los diferentes tipos de apego y charlamos sobre ello.

Tras estas sesiones, Gloria mostró unas imágenes que tuvimos que interpretar. Nosotros aportábamos opiniones y, en ocasiones, Gloria hacía preguntas para indagar y crear otros puntos de vista y de debate. La mayoría veíamos situaciones relacionadas con el apego, el desarrollo, el feedback, el feedforward, los sentimientos, las intenciones del fotógrafo y de los personajes. Incluso realizamos hipótesis sobre qué podía haber pasado antes de la escena fotografiada, qué estaba pasando, y qué pasaría después.

La última sesión es la que, probablemente, nos haya parecido más interesante y nutritiva; ya que realizamos una lectura de tres textos con diferentes temáticas e historias (“No estar en pareja”, “Donde el corazón te lleve”, “Los trastornos del apego”), sobre las que tuvimos que recapacitar, conectar y relacionar lo que estábamos leyendo con lo que habíamos aprendido hasta el momento.

Como siempre, la esencia de las clases de psicología es hacer hipótesis y  conexiones. Cuando las pusimos en común, conocimos las diferentes conexiones que hace cada uno, la subjetividad, y cómo cambian las visiones de una persona a otra según sus experiencias y su forma de asimilar los conocimientos obtenidos a lo largo de la sesión.

Unas se acercaban más a la intención que tenía Gloria, otras se alejaban más; pero todas fueron interesantes y válidas. Además, notamos cómo cuando alguien hacía una aportación, los demás también reflexionábamos sobre la misma, enlazándola con otras ideas y formando nuevas hipótesis.

Por último, lo más curioso fue la entrega de unos bolis de una forma aleatoria, algo que cada uno interpretó de un modo diferente. No solo el hecho de entregarlos, si no el modo en el que Gloria lo hacía. La gran mayoría relacionamos esto con el apego, que no solo se puede tener con una persona si no con un objeto.


Una vez más, estas sesiones de psicología nos han hecho aprender, asimilar conocimientos y aplicarlos a la vida real.

¡Gracias!

Marta Campillo (A1)
Beatriz Ferrer (A1)
Marina López (A2)
Alejandro García (A2)

VIAJE A TRAVÉS DEL APEGO.

A la hora de hablar del apego (conjunto de vinculaciones afectivas), nosotras intentamos relacionar todo lo que habíamos dado hasta el momento. Como hemos visto, el apego puede ser seguro o inseguro; y a su vez este último tiene varios tipos dependiendo de si hablamos de un niño (evitativo, rebelde, desorganizado) o de un adulto (huidizo evitativo que se aleja o temeroso y ambivalente o preocupado).
Intentamos clasificar todos los ejemplos que habíamos visto en clase en alguno de ellos. El ejemplo de los monos que se abrazaban a su mantita, que para ellos era como su madre, lo vimos como un claro ejemplo de apego seguro, ya que ahí se sentían protegidos. También incluimos en este grupo el ejemplo de los patos que siguen a la primera persona que ven, y el ejemplo del texto que leímos de la niña con su perro Argo ( pero solo la relación que mantenía con este). Y por último, la relación del texto del hombre que tenía miedo al compromiso con su psicóloga, porque con ella perdía el miedo y terminó expresando libremente lo que sentía.
Por otro lado, en el apego inseguro clasificamos la relación de la niña de Argo con sus padres, ya que el que la engañaran diciéndole que su perro se había marchado porque ella le trataba mal hizo que cuando descubrió la verdad perdiera confianza en sus padres. El texto del hombre que era incapaz de tener pareja lo clasificamos de inseguro en cuanto a lo que a una relación de pareja se refiere; porque como hemos dicho antes, la relación de él con su psicóloga es de apego seguro. También incluimos el resto de textos que leímos sobre los niños (el niño que mostraba con marionetas lo que le ocurría, el niño que lloraba porque se iba su madre y cuando volvía no se calmaba y el texto del niño de padres con problemas, en este caso retraso mental).
En nuestro esquema, también pusimos algunos conceptos que creemos que tienen mucho que ver con el apego. La experiencia, lo que has vivido en el pasado influye mucho en tus acciones futuras; el entorno, dependiendo de con quién te relaciones y la relación que mantengas con ellos puedes tener un tipo de apego u otro; y finalmente la autoestima, que también hace que pertenezcas a un tipo de apego.
Por último, incluimos la experiencia al realizar los test de apego y cuando la profesora nos dio un bolígrafo y luego nos lo quitó para ver quién la segunda vez lo cogía y quién no y cómo actuábamos con él. Ambas las pusimos en el medio y con interrogaciones porque pueden pertenecer a cualquiera de los dos grupos, dependiendo de la persona.

Patricia Fernández A1
Alejandra del Campo A1
Marina Campillos A1
Sandra Parrilla A2

Apego como vinculo afectivo






Nuestro grupo a la hora de hablar sobre el tema del apego quisimos recordar el primer día de clase relacionado con este tema  y de cómo para nosotros de aquel primer día ha marcado todas las demás sesiones. El primer día nos plantearon preguntas que en otro momento no nos habíamos planteado.
A partir de las cuales nos dimos cuenta de que factores influían en nosotros para responder a esas preguntas. Que estaban relacionadas con vínculos afectivos y sobre todo en que nos basábamos en la confianza con esa persona. De esta forma nos dimos cuenta que los vínculos que tenemos con los demás actualmente están influidos por las relaciones que hemos tenido desde pequeños, el trato que nos han podido dar, etc...
A continuación de estas preguntas se empezó a relacionarlas con el término apego. Nuestro grupo a comentar la situación de nuestro primer día en clase sobre este concepto, no sabíamos al principio como definirlo , ni la relación que existía con la actividad de las preguntas. Pero cuando la profesora empezó a definir la palabra apego, como las relaciones que se establece desde pequeño que intervendrán en la salud y en la futura relaciones con los demás.

Nuestro grupo se puso en cuestión una pregunta que era si el apego es inmutables conclusión viendo lo aprendido se puede decir que en el de los niños se busca un contacto físico en cual les genera seguridad, mas apego o seguridad de su figura de apego, sin embargo para un adulto no supone contacto físico si no que lo relacionamos con la conexión, la intimidad, la confianza o simplemente tener un apoyo aunque sea a distancia. En nuestro grupo tenemos el ejemplo evidente de Clara, vive en España y a pesar de esto se siente apoyada por sus familiares y amigos de China


Sergio Fuentes Rodríguez

Clara

Pilar Loeches Torres

Jesus Rodrigo Mencía


REFLEXIÓN SOBRE EL APEGO.

 
 
Tuvimos que volver a realizar una reflexión sobre el contenido dado en clase, esta vez sobre EL APEGO. Parece que este tema nos llegó un poco más a todos. Nos llamó más la atención y fue más “fácil” de reflexionar.  Optamos por realizar un pequeño mapa conceptual con lo que se nos ocurría con lo dado en clase.
Lo primero que nos preguntamos fue, ¿qué es el apego?. Logicamente para hacer una reflexión sobre el tema, tuvimos que hablar de lo qué habíamos entendido por apego. Llegamos a la conclusió de que el apego son todos los vínculos afectivos y emocionales un poco más especiales. Supimos ver como el apego se encuentra vínculado a influencias, como por ejemplo la autoestima.
Hablamos de los tipos de apego que habíamos visto y pudimos ejemplificar con los vídeos vistos en clase, ¿os acordais del mono que tenía apego a esa figura de paño?
Ya que este tema nos había gustado, buscamos sinónimos de lo que podía significar el apego para nosotros. Salieron palabras clave para nosotros como por ejemplo: dependencia, personalización, objetivación y exploración.
Cada uno mostró a qué o a quién tenía apego, peluches, familiares, amigos, parejas…
Después estuvimos reflexionando con Gloria para terminar la clase, el adquirir los conocimientos del apego y sus tipos, ¿va a modificar nuestros apegos actuales? ¿ahora o en un futuro? ¿Vosotros que pensáis?
                           
 
 
Realizado por:
Pedro Gutiérrez - A2
Cristina Aguirre - A1
Mónica Domenech - A1
Cristina Díaz Calvo - A1

El apego de un niño

El apego es lo que nosotros entendemos como el resultado que obtenemos de un niño cuando le damos cariño y protección. En esta entrada quiero explicar lo que es para mi el apego de un niño desde mi día a día como monitor de natación,ya que no se me ocurre otra forma de explicarlo. Pues bien, ( con niños entre 3 y 7 años) me he dado cuenta que no solo depende de tu forma de ser con ellos sino la edad creo que es un factor clave en cuanto al apego. Digo esto porque por ejemplo cuando saludo a un niño de 3 o 4 años (siendo o no, yo su monitor) le hago una gracia, le gasto una broma o le hago cosquillas y ellos me devuelven lo que yo les he hecho, como si me conociesen de toda la vida. Por el contrario, si le hago una broma, gracia o cosquillas, un saludo "guay"  a un niño de unos 6-7 si no soy su monitor, muchos me lanzan una mirada desafiante o de esas que matan.
También me cruzo con ellos (con los mas peques) por la calle, al salir de piscina, y van con sus padres y les dicen que yo soy su monitor de natación, de tal manera que parece que soy un héroe para ellos o si su padre esta a 20 metros hablando con otra persona, pues el niño va corriendo a él, le interrumpe la conversación y le grita: !!! Papá, papá, ese es mi profe de natación!!! y el padre se limita a lanzarme un saludo ( lo más lógico). Otro momento que me llama mucho la atención es que si algo les falta (toalla, chanclas, gorro, gafas..)  no llegan a coger la mochila de las perchas o necesitan ir al baño urgentemente, solo vienen a pedirme ayuda, los que son mis alumnos, ¿apego de mis alumnos hacia a mí? ¿porqué no me piden ayuda los demás niños?
Todo esto creo que viene dado por la forma de ser con los niños, pues en todo trabajo que este dirigido única y exclusivamente a niños, creo que es tan importante el apego hacia ellos, como adquirir las destrezas que te propones de que obtengan a final de curso.
Por lo tanto creo que lo que somos nosotros con los niños, esta muy relacionado con lo que esos niños serán en un futuro, aunque si el apego es negativo por parte de padres o educadores, el niño puede tener esos valores negativos y transmitirlos a la sociedad o por el contrario, darse cuenta de que esos valores recibidos hacia él no son buenos y acabar con ellos, hacer otros valores que sean positivos en su apego.
Me he acordado una de una imagen que al mirar la fecha en la que la tomé tiene mas de  dos años, que ni mucho menos me acordaba de ella, pero al escribir esta entrada me ha venido sola a la cabeza. Creo que puede describir lo que es el apego del niño
Mario Garcia A2



domingo, 23 de noviembre de 2014

"La flor"

La última clase del Módulo I fue una transición de la asignatura al Módulo II en el que se trata principalmente el concepto de apego. Comenzamos el módulo con una serie de preguntas fundamentales para una evaluación inicial. En ellas, nosotras observamos que pueden hacer referencia al grado de dependencia que tenemos hacia ciertas personas. Esto dio lugar a que la siguiente sesión se basara en el sistema de apego. También vimos que no hay que incidir en tener o no apego, sino en el estilo de apego y cómo afecta este a nuestras relaciones.

Recordamos que el apego es el vínculo que se genera entre el niño con sus personas más cercanas con el fin de conseguir seguridad, protección y cariño tanto físico como psicológico. Una vez definido este concepto, vimos que los componentes del sistema de apego son las conductas de apego, que es lo que hacemos para mantener el vínculo;  el modelo mental, que es lo que pensamos para mantener el apego (recuerdos, expectativas sobre la figura del cuidador, etc); y por último, los sentimientos y emociones que se producen entre las dos personas que forman el vínculo.  Esto lo podemos relacionar con el concepto de constructivismo que vimos en el primer módulo, ya que según las bases de ese primer vínculo que nosotros formamos con nuestras personas más cercanas así será nuestro carácter  y modo de actuación en nuestras futuras relaciones (lo que ocurre al principio condiciona el final).

Nos damos cuenta que para explicar las características del sistema de apego utilizamos sus componentes de manera que, primero, comenzamos recordando y generando unas expectativas sobre nuestro cuidador, esto construye unas emociones y por tanto, la sensación de seguridad y cariño se verán condicionadas por los dos componentes anteriores. Esto nos recuerda al paradigma del principio ortogenético, ya que primero nos fijamos en lo general (las expectativas que nosotros mismos creamos de nuestro cuidador) para ir centrándonos después en lo más específico (las emociones que creamos a partir de estas expectativas)
El sistema de apego presenta una serie de etapas. La primera de ellas es el preapego o la sensibilidad indiscriminada, que se da desde el nacimiento hasta los dos meses; el segundo es el apego en formación, que se da a partir de los 2 meses hasta los 7; la tercera etapa es el apego definido, que parte de los 7 meses hasta los 24; y por último, los apegos múltiples e independizados, que se dan desde los 24 meses en adelante. Estas etapas nos a  recuerdan a lo que dimos en Filosofía de los estadios que marca Kholberg sobre el desarrollo.

Para evaluar el apego infantil, se debe de poner en marcha el sistema. Una vez iniciado, puede dar lugar a etapas de estrés o incomodidad tanto en el cuidador como en el niño. Estas conductas de apego tienen como función mantener la proximidad y el contacto con la figura de apego. Para que sea posible la evaluación es necesario cierto nivel de observación como pudimos ver en el vídeo que se expuso en clase.
Después pasamos a ver los tipos de apego, que vimos que son dos: el apego seguro y el inseguro. Dentro de este último, podemos distinguir cuatro tipos: el apego inseguro-evitativo o evasivo, el apego inseguro-ambivalente o rebelde, y el apego inseguro-desorganizado.

Después de ver todos estos conceptos la profesora no entregó un cuestionario para medir el tipo de apego que tenemos. A partir de esto, y después de corregirlo, nos pusimos por grupos dependiendo del apego que cada uno tenía. Nos dimos cuenta que había gente que encajaba perfectamente en un estilo de apego concreto mientras que otra obtenía resultados que no daban una decisión concreta.
Vimos también algunas pistas sobre los cuidadores. Los cuidadores de los niños con apego seguro, los cuidadores de bebés con apego inseguro evitativo, los cuidadores de bebés con apego inseguro ambivalente o rebelde y los cuidadores de niños con apego inseguro desorganizado. Esto nos lleva a pensar en cómo podemos influir nosotros como cuidadores y personas cercanas a niños pequeños en su estilo de apego y a la hora de relacionarse con los demás.

Como conclusión, el tema del apego vemos que no depende del propio individuo, sino del ambiente y las personas que le rodean. Vemos la importancia que juegan estos factores a la hora de que ese futura persona adulta se relacione con los demás y como responderá a los estímulos que la sociedad le estará emitiendo constantemente (proceso de feedback y feedforward).

Según Claudia: Al escribir esta reflexión se me ha ocurrido la metáfora de la flor, que dependiendo de la persona que la cuide y el ambiente en el que crezca vivirá de una manera u otra. Aunque es un tanto melancólica y a lo mejor no tiene mucho que ver , adjunto esta canción que me puede recordar a una persona que tiene un estilo de apego seguro, que a pesar de los problemas de desenvolverse en la ciudad, ‘las estrellas siempre la pillan soñando’

REALIZADO POR:

Raquel
Daniela
Claudia

Grupo A1

viernes, 21 de noviembre de 2014

MODELOS DE APEGO

 El tema principal de este Módulo II de la asignatura hasta ahora ha sido los diferentes tipos de apego.


Para entender este concepto comenzamos el módulo contestando a cuatro preguntas fundamentales en las que nuestras respuestas mostraron con claridad nuestra principal figura de apego actual. Ésta, en algunos casos era una persona perteneciente a la familia y en otros se trataba de la pareja sentimental.
Para comprender las razones que por las cuales escogíamos nuestra figura de apego realizamos una lluvia de ideas en las que destacamos la importancia de dicha figura para nuestra persona, su disponibilidad, la ligazón con nosotros y el tipo de relación personal que manteníamos con ella.

Estas características enlazan directamente con el tipo de apego según el cuidador. Es decir, formamos nuestras figuras de apego según éstas se relacionan con nosotros. Así, desde la infancia conformamos nuestro modelo interno de apego según se hayan comportado nuestros principales cuidadores.

Este modelo no es estático sino que irá evolucionando a lo largo de toda la vida. Estamos de acuerdo, pues, que allá donde se produzcan cambios de estadio cognitivo (infancia-niñez, niñez-adolescencia, adolescencia-adultez) seremos más propensos a variar nuestro modelo de apego. Un ejemplo de ello puede ser la influencia que tiene en nuestro modelo de apego nuestras primeras relaciones sentimentales en la adolescencia.

Por otro lado, consideramos que no tiene porqué ser malo el que una persona tenga un modelo de apego inseguro, ya sea evitativo, ambivalente o desorganizado; siempre y cuando esta persona sea consciente de su propio modelo. Un ejemplo de ello nos lo mostraba el texto que leímos en clase sobre aquél señor que acudía al psicólogo y que tras descubrir cuál era su modelo de apego se encontraba más tranquilo y conforme con su propia identidad. Otro ejemplo lo encontramos en el famoso programa “Top Chef” de esta temporada 2014, en la que Carlos muestra un apego inseguro ambivalente, muy probablemente influenciado por su madre. Veamos algunos ejemplos de este caso:


 




Por último, otro ejemplo que se nos ocurrió para mostrar estas correlaciones entre cuidadores y modelos de apego desarrollados es el que se denota en los personajes de “Los Simpsons”, a saber:

  • Lisa Simpson: Su figura de apego más representativa (cuidador) es su madre quien suele ser sensible y estar disponible a las necesidades de Lisa. Siempre le aporta el apoyo y la confianza necesaria para que su hija alcance sus sueños. Por eso este personaje posee un modelo de apego seguro.
  



  • Bart Simpson: Su figura de apego más representativa (cuidador) es su padre quien no siempre se encuentra a su disposición cuando lo necesita o no siempre le aporta las necesidades que reclama. Por eso este personaje posee un modelo de apego inseguro ambivalente.
 

  • Nelson: Su padre abandonó el hogar cuando él era un bebé por lo que  nunca estuvo disponible. Por esta razón este personaje posee un modelo de apego inseguro evitativo.







Como maestros, si sabemos reconocer los modelos de apego de nuestros alumnos así como sus figuras de apego, seremos capaces de adaptarnos mejor a sus necesidades emocionales, así como podremos convertirnos en una figura de apego seguro para ellos. De esta forma conseguiremos que confíen en nosotros y se dejen guiar por nuestras recomendaciones y enseñanzas.







Grupo de trabajo:
Alejandro Calvo
Virginia García
Adrián Descalzo
Iris Tejón