¿Por qué prefiero ir al médico
contigo? ¿Por qué no te contaría el mayor de mis secretos? ¿Por qué te elegiría para hacer un crucero? Y sobre
todo ¿Por qué no sé si lo que quiero en realidad es no quererte?
Son preguntas que en un principio
pueden parecer un tanto extrañas, incluso que no tienen relación la una con la
otra. Al menos eso era lo que nosotros pensábamos al postrarnos frente a una
especie de cuestionario que nuestra profesora Gloria nos hizo contestar. Pronto
empezaron a salir teoría sobre lo acontecido. Una de ellas hablaba de las
distintas compañías que uno desearía tener bajo distintas circunstancias. Otras
por el contrario, eran un poco más radicales y hablaban del nivel de
dependencia que teníamos hacia ciertas personas (hablando de ello como algo en
cierto modo negativo). La palabra clave no tardo en salir…
El apego es un concepto que debemos a la etimología se
define como una vinculación afectiva intensa, duradera, de carácter singular,
que se desarrolla y consolida entre dos personas por medio de una interacción
recíproca, y cuyo objetivo mas inmediato es la búsqueda y mantenimiento de
proximidad en momentos de amenaza ya que esto proporciona seguridad, consuelo y
protección. Esta
definición se verá matizada a lo largo de esta reflexión, puesto que estos días
nos han hecho cambiar distintos modelos mentales que fuimos desarrollando en
nuestra cabeza.
Al día siguiente de realizar esa
pequeña encuesta, tuvimos el placer de
conocer al que denominan el padre del apego John Bowlby. Ese que en cierto modo
nos va a proporcionar seguridad al darnos materia que estudiar. Para John el
apego es el vinculo afectivo especial que el niño
establece con una o varias personas del sistema familiar y que le impulsa a
buscar la proximidad y el contacto (físico) con ellas o a fin de conseguir una
sensación de seguridad y bien estar físico y psicológico.
Es inevitables que en la clase
surjan preguntas como; ¿Si estas muy pendiente de un niño en sus primeras
etapas del desarrollo puede desarrollar dependencia a ti? (Aquí surge el apego
seguro).
Este día es cuando empezamos a
desmontar la definición de apego que pusimos en un principio; ¿El apego tiene
que ser recíproco? No, porque el apego puede ser ambivalente, a veces si o a
veces no. Esto al niño provoca inseguridades porque piensa que a veces vendrán,
otras no.
Por último ese día realizamos
una especie test que analizaba nuestro modelo de relaciones que teníamos con
los demás (Bartholomew, K
Horowitz, l.m, 1991). Este test nos clasificó según nuestras respuestas, en
distintos tipos de personalidades, facilitando en sesiones anteriores que nos
reuniéramos con un grupo de personas que tuvieran una personalidad parecida a
la nuestra ¿Sería esto una manera de que nos sintiéramos mas cercanos a las
personas con un tipo de personalidad parecida a la nuestra? En esta sesión me
pareció bastante curioso como el mismo grupo de personas con las que nos
solemos juntar al salir de clase, coincidiéramos según este test en tipos de
personalidad. ¿Tendría esto algo que ver? Nuestro pensamiento es que todo en la
vida es un equilibrio constante, y quizá estar rodeado de personas que son
huidizas como nosotros, no sea la manera ideal de llevar una relación de
amistad o amorosa. Quizá cuando yo diga quiéreme, lo ideal sería que la otra
persona dijera te quiero, pero los hechos muestran que al menos nos juntamos
con lo contrario.
Desde el punto de vista emocional, el apego surge cuando se
esta seguro de que la otra persona estará ahí incondicionalmente, lo que facilita
que aparezca la empatía y la comunicación emocional. Esto se puede ver reflejado en los documentos
que hicimos en cuanto a nuestra personalidad, o incluso con el cuestionario que
hicimos en la primera sesión el cual mostraba nuestras preferencias a la hora
de contar con una u otra persona. Es ahí
donde demuestra la complicidad que tú
puedes llegar a tener, lo cual estableces diferentes situaciones de apego. Haciendo estos test es donde conectamos con sesiones
anteriores al encontrar en estas relaciones con el feedforward. Viene a
querernos decir que mi modelo interno afecta a mis creencias y recuerdo, y
sobre todo a mis expectativas. A su vez estas expectativas tienen que ver con
la disponibilidad y accesibilidad de las figuras de apego. La accesibilidad en
la figura de apego implica estar presente y dar una respuesta. Mientras que la
disponibilidad solo implica estar presente. Con la disponibilidad podemos
establecer una base segura y nuestro modelo interno y nuestras expectativas en
un futuro se verán reforzadas.
También podemos
observar en la sesión de las lecturas una serie de casos de personas que debido
a sus experiencias generaron un modelo de apego diferente a los demás. Las reacciones que tuvieron cada una de ellas,
se relacionaba con la ausencia de reciprocidad de su modelo o figura de apego (padre
o madre). De esta manera pudimos relacionarlo con la sesión en la que la
profesora nos repartía unos bolígrafos sin aparente sentido. Cada uno siente de
diferente manera el hecho de que le ofrezcan un bolígrafo o no. O por el
contrario simplemente se te de la opción de elegirlo. Cada uno percibirá esa
actuación de diferente manera dependiendo de la clase de apego que el tenga en
ese momento. ¿Cómo me siento yo al ver que al de al
lado le ofrecen un bolígrafo y a mí no? ¿Cómo reacciono si me lo dan y me lo
quitan sin previo aviso?
Desde el punto de vista cognitivo, la propia existencia de
una relación de apego, conlleva a la construcción de un modelo mental de dicha relación
(Al tener una experiencia previa), una imagen de cómo es el propio niño,
representaciones sobre la figura de apego y una teoría mental sobre la imagen
que la figura de apego tiene sobre el niño. Esta situación se ve claramente en
los vídeos de los niños pequeños cuando su relación de apego se va. Sienten un desprendimiento de su seguridad lo
cual les hace reaccionar de diferentes maneras pero con la misma finalidad y el
mismo sentimiento. Este vínculo de apego suele aparecer en torno al año y suele
darse entre un niño o niña y sus progenitores o cuidadores, existe la
posibilidad de que su persona de apego varíe a lo largo de su vida.
Este tipo de relaciones son muy amplias, pero las mas
importantes son las de asegurar la supervivencia de la cría, darle seguridad
autoestima y la posibilidad de intimar, es decir, tener una comunicación
emocional privilegiada. También se ve reflejado en el video de los monos como
son capaces de crear una relación de apego con un muñeco de trapo, el cual les
da calor y alimento, de esta manera crea un modelo mental de dicha relación, y
en situaciones de angustia se refugiaran en el. No obstante se ve reflejado en
este vídeo la diferencia que existe entre los monos que no tienen una relación
de apego ya que no se les a criado con ello de esta manera en una situación de
angustia se refugiaran en ellos mismos. Con este vídeo
se nos ocurre una metáfora: Imaginémonos que dos niños están escalando en un
rocódromo. Uno de ellos lleva cuerda, y tiene la ayuda de una persona que
estará atenta por si este se cae para poder contrarrestar la caída tirando de
la cuerda (asegurando). Otro por el contrario no lleva cuerda y además carece
de una persona que la guíe. Los dos niños se caen, el primero no cae al vacío,
pero la cuerda le salva, y por tanto desarrollara una experiencia positiva ante
posibles fallos o caídas. El segundo por el contrario, cae al vacío y
desarrollara una experiencia negativa. A la hora de pedirles a ambos que toquen
una campana que está situada en lo alto del rocódromo, naturalmente el primero
se atreverá a tocarla dado que tiene una cuerda, encontrando en ella una
seguridad. Mientras que el segundo probablemente no se atreva a subir hasta
arriba del todo, y ni siquiera pueda explorar otras vías de escalada.
Todo esto conlleva a que cualquiera de los modelos que hemos
podido ver en las sesiones en clase está íntimamente relacionada con el apego
debido a que en todas ellas hay una vinculación afectiva.
Realizado por: Susana Cámara (A1), Sergio (A2) e Iván Carrasco (A1).